"Dos ranitas cayeron en un tambor que contenía leche. Aunque eran buenas nadadoras, después de un tiempo empezaron a cansarse. Y cuando intentaron salir, descubrieron que estaban muy lejos del borde como para alcanzarlo de un salto.

Una de las ranas se desesperó. No puedo más, jadeaba, no saldremos vivas de aquí.

Resiste, resiste, le respondía la otra. Ya encontraremos una salida. No debes abandonar. Sigue nadando, busca mantenerte a flote Un rato más tarde una de ellas renunció a continuar esforzándose, y se hundió.

Su valiente compañera siguió nadando, con la energía que da la confianza en sí misma. Y tanto nadó y nadó, que la leche comenzó a cuajarse por el batido de sus patas hasta convertirse en manteca sólida.

Y en ella pudo hacer pie para dar el salto que la sacó de la trampa."

 

“Mi fuerza se apoya únicamente en mi tenacidad" Louis Pasteur.