El Inoportuno

 

Había un hombre que se había especializado en decir "la frase inadecuada en el momento inadecuado". Se le podría clasificar entre los llamados gafes, mala pata, aguafiestas, malasombra...

Utilizaba estas frases en las más diversas situaciones y con los interlocutores más variados. Podría decirse que se había convertido en un experto: las tenía de tipo conyugal, laboral, filial, amoroso, profesional... pero todas hacían su efecto.

Algunos ejemplos de intervenciones:

- Ese vestido te echa encima diez años más.

- ¡Qué hijo tan inteligente tienes! ¿A quién habrá salido?

- No me compres nada, prefiero dinero porque con tu gusto cualquiera sabe.

- Ten cuidado con lo que dices delante de mis amigos

- ¿Es tu hermano? Pues fíjate lo que son las cosas, yo pensé, así de primeras, que era tu hijo.

- No me beses delante de la gente.

- Hija, todo lo que tocas lo rompes.

- Cada día tienes menos pelo. Si sigues así...

- Anda, cuéntamelo deprisa, que no puedo perder el tiempo

- Esta mesa cojea. María ¿te has apoyado en ella?

- Anda, ponte el vestido nuevo, pero no lo rompas el primer día.

- Si no fuera por mí, en esta oficina no funcionaría nada.

- Estas croquetas están buenas, cario, pero como las que hacía mi madre...

- ¿Estás tomando cortisona? Te veo así como hinchado.

- Te mantienes muy bien para tu edad.

- Conchita, ¿dónde has olvidado el abrelatas? No das una, hija.

- En la reunión que vamos a tener, calladita es como mejor estás.

- ¡Hay que ver el arte que tienes para comprarte toda la ropa en el mercadillo! Viéndote de lejos, parece de marca.

- Te voy a recomendar una peluquería muy buena, a la que iba mi madre que en gloria esté, porque llevas una cabeza...

- Me he enterado del premio que te dieron. ¡Tendrías una buena recomendación!

- ¿Entiendes lo que te digo?

- Me tienes que dar la marca de la crema que te pone ¡Casi no se te ven las arrugas!

- ¡Cómo has engordado desde la última vez que te vi!

- Mejor será que escoja yo la película, porque la última vez...

- Pues, hija, mi mujer dio a Cáritas un traje que tenía igual que ese tuyo, porque le hacía las mismas arrugas.

 

Moraleja:

Hay personas que segregan, irradian y contagian "vibraciones negativas". Te hacen sentir mal. Huir de ellas, se trate de quien se trate, constituye una estrategia del más puro sentido común.

 

Autor: Mira que te lo tengo dicho. Alfonso López Caballero